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Desvelamos el secreto del colágeno para la piel y cómo conseguir el efecto buena cara

Desvelamos el secreto del colágeno para la piel y cómo conseguir el efecto buena cara

Aquí tus imprescindibles

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Seguro que has oído hablar en numerosas ocasiones del colágeno, pero… ¿Sabes realmente qué es y la importancia que tiene para nuestra piel? ¡Te ayudamos! Vamos allá con… “Todo lo que deberías saber sobre el colágeno y sus beneficios para la piel” 

¿Qué es el colágeno y para qué sirve?

¡¿Sabías que el colágeno es la proteína más abundante en tu cuerpo?! Representa ni más ni menos que ¡el 25% de la proteína corporal total! Está presente en huesos, tendones, cartílagos, arterias, la piel… Para que te hagas una idea, nuestro cuerpo tiene al menos 28 tipos de colágeno distintos ¡Alucina! 

¿Para qué sirve el colágeno? 

Tu tiempo es oro. Lo sabes. Lo sabemos. Por eso, te lo resumimos en una sola línea: 

El colágeno se encarga de dar sujeción, en definitiva, consigue que tu piel esté firme.

¿De dónde proviene el colágeno? 

Los fibroblastos son las células de la dermis encargadas de producir colágeno. También se encargan de la producción de elastina, estrechamente relacionada con el colágeno. 

¿Qué es la elastina y qué relación tiene con el colágeno?

Es la proteína encargada de aportar flexibilidad a la piel, para que pueda estirarse en ciertos momentos y volver a su ser, consiguiendo que los tejidos vuelvan a su estructura original sin problema.

Beneficios del colágeno para la piel

La combinación y el correcto funcionamiento del colágeno y la elastina consiguen que nuestra piel se vea firme, lisa y luminosa. En definitiva, te da esa sensación de buena cara que taaanto te gusta, ¡cómo cuando has dormido 15 horas del tirón! Ojalá eso fuera posible ¿no?...

Dicho esto y aclarados los conceptos básicos que tienen que ver con el colágeno, vayamos ahora con cómo notas tu piel y cómo el colágeno puede ayudarte a verla mejor.

Noto mi piel fatigada, apagada y con líneas de expresión ¿Por qué?

Vamos a contarte algo que quizá nunca te habían dicho. A partir de los 25 años, los fibroblastos (Recuerda; células que producen colágeno y elastina) se vuelven menos activos y la producción de colágeno disminuye entre 1 y 1,5% al año. Tras la menopausia estos niveles llegan al 2% anual, lo que se refleja en una piel con menor densidad y sujeción, por lo tanto, menos tersa, rellena y firme. Relax! No tires la toalla, hay formas de compensar esta pérdida natural de colágeno. En seguida te contamos cómo.

¿Cómo se produce el colágeno en mi piel?

Como hemos dicho antes, los fibroblastos son los encargados de producir colágeno. Pero además, nuestro organismo, tiene la capacidad de compensar la pérdida de colágeno gracias a un complejo proceso de síntesis. Es decir, nuestro propio cuerpo es una fuente de colágeno en sí misma ¿Increíble verdad?

¿Cómo lo hace? Te lo contamos brevemente; mediante la unión de aminoácidos crea polipéptidos que acaban generando una molécula de procolágeno. Esta molécula viaja al espacio extracelular, donde elimina sus extremos para transformarse en una molécula de colágeno, que al unirse con otras, forman fibrillas, que a su vez constituyen nuevas fibras más gruesas, lo que conocemos como fibras de colágeno.

¡Pero ojo! Al mismo tiempo, nuestro organismo cuenta con enzimas encargadas de degradar las proteínas de colágeno de la dermis. Es decir, en nuestro cuerpo conseguimos crear y degradar colágeno al mismo tiempo. ¡¿Cómo puede ser?! Es todo cuestión de equilibrio. Ahora te contamos más…

¿Por qué mi piel pierde colágeno?

Cuando los fibroblastos crean colágeno mediante el proceso de síntesis que hemos comentado, y las enzimas encargadas de degradarlo (metaloproteinasas) conviven en armonía, conseguimos que el colágeno cumpla su función estructural en la dermis y tu piel se vea saludable. 

Sin embargo, con el paso de los años, los fibroblastos no funcionan a pleno rendimiento, por lo que acaban generando menos colágeno del necesario. Sin embargo, las enzimas continúan degradando colágeno a la misma velocidad, es entonces cuando se produce un desequilibrio y la armonía se rompe.

Vamos a poner un ejemplo, es como si tuvieras una casa en la que la electricidad se obtiene únicamente mediante paneles solares. Cada día el sol (fibroblastos) te proporciona la energía que necesitas, pero en el momento en el que haya un temporal y esté varios días nublado, esa generación de energía se frenará o detendrá. Sin embargo, tú seguirás consumiendo electricidad (enzimas) en tu día a día, lo que producirá un desajuste. E incluso, si no vuelve a lucir el sol durante semanas, tus niveles de energía se verán muy reducidos, momento en el que tus electrodomésticos no funcionarán correctamente o dejarán de funcionar.

En este caso es lo mismo, se altera el equilibrio entre la producción y la degradación de las fibras de colágeno de la dermis.

Vamos a verlo de forma mucho más visual. Pongamos sobre la mesa la relación entre cómo se ve mi rostro y qué pasa realmente en el interior de mi piel, cuando mis niveles de colágeno se han desequilibrado.

¿Qué es lo que vemos en la imagen?

1- FRAGMENTACIÓN: Las fibras de colágeno se fragmentan, es como si la tensión que debe haber en una cuerda para que sostenga un columpio, por ejemplo, se debilitase; quebrando y rompiendo algunas de las fibras de la cuerda, por lo que cada vez sería más fina y su estabilidad se vería claramente reducida. Igual que las fibras de colágeno, se debilitan y rompen, reduciendo así el espesor de la dermis, lo que se traduce en una piel menos rellena, densa y firme.

2- DESEQUILIBRIO: Por otro lado, la desorganización provocada por el desequilibrio que comentábamos, entre producción y degradación de colágeno. Esto hace que cada vez haya menos fibras de colágeno gruesas, fuertes y resistentes. Por lo tanto, la estructura base de nuestra dermis se ve debilitada.

Cuando esto ocurre en el interior de nuestro organismo, lo que se traduce en el exterior es falta de tersura, flacidez, aparición de líneas de expresión y falta de luminosidad, ¿te suena?

¿La buena noticia? Este proceso se puede reequilibrar: puedes compensar la pérdida natural de colágeno de una forma que a tu piel le va a encantar. Para ello puedes encontrar en la cosmética un gran aliado... te contamos más.

¿Cómo compensar la pérdida de colágeno? Existen 3 tipos de colágeno en cosmética ¿Cuál es el más efectivo y saludable? 

Ahora que ya sabemos por qué tu piel se muestra fatigada y la relación que tiene el colágeno con ello. Veamos cómo compensar esa pérdida de colágeno. La industria cosmética lleva tiempo desarrollando productos para lograr que la pérdida de colágeno en la piel se reduzca o frene, actualmente en el mercado puedes encontrar 3 tipos de colágeno:

Colágeno de origen animal

Se obtiene concretamente del cerdo y la vaca. La molécula de colágeno coincide en un 95% con el colágeno humano. Es la opción más utilizada hasta ahora por la industria cosmética.

Colágeno marino

Es la segunda generación de colágeno que ha desarrollado la industria cosmética y en este caso proviene de los peces. La molécula de colágeno obtenida coincide en un 30% con el colágeno humano.

Colágeno vegano biotecnológico

Es la alternativa más reciente e innovadora desarrollada hasta el momento. Se trata de una opción vegana, obtenida por biotecnología y es 100% idéntica al colágeno humano.

Suponemos que ahora te preguntarás: “Y… ¿Dónde puedo encontrar esta nueva generación de colágeno idéntico al humano?” Aina, del equipo de Desarrollo de Producto, tiene algo que contarte ¡Dale al play!

El colágeno para la piel que buscabas, 100% idéntico al humano

No podemos parar el tiempo, ni dormir 15 horas al día… ¡Ya nos gustaría! Por ello, para compensar eficazmente la pérdida natural de colágeno en nuestra piel, hemos desarrollado el sérum de colágeno, Collagen Flash Bomb, una fórmula 99,9% natural que cuenta con esta nueva generación de colágeno obtenido por biotecnología, 100% idéntico al humano, como comentaba Aina del equipo de Desarrollo de Producto en el vídeo.

Colágeno hidrolizado vegano 

El activo Vegan Collagen de Freshly tiene la secuencia de DNA idéntica a la del gen COL1A2 humano. Por lo que resulta más efectivo que el colágeno marino o animal, ampliamente utilizado en la cosmética convencional.

"Creíamos que no lo conseguiríamos, porque es muy difícil dar con un tipo de colágeno que sea vegano y que no sea sintético, pero aquí lo tenemos".

Maria Romero. Ingeniera química y responsable de Desarrollo de Producto en Freshly

Este colágeno, además, se hidroliza (es decir, se corta en fragmentos muy pequeños) para obtener un producto final con un peso molecular más pequeño. ¿Y esto para qué? De esa forma consigue penetrar mejor en la dermis y llegar realmente donde tiene que llegar para hacer su efecto¡El chute de energía en forma de colágeno que tu piel necesita! The science we love

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