Esto es lo que le pasa a tu piel si no la exfolias....

¿La exfoliación no está dentro de tu rutina de cuidado facial? ¡Error! Si no acostumbras a exfoliar tu piel con cierta regularidad puede que ...

1. Tu piel se vea apagada, deshidratada e incluso con escamas que se desprenden
2. Tu piel cuente con exceso de grasa, granitos e incluso inflamación en los poros

¿Es tu caso? Lo más curioso de todo es que la causa de ambas situaciones es la misma y tiene que ver con una renovación celular desequilibrada o desregulada. Es decir, si tu piel presenta exceso de grasa, granitos e inflamación en los poros, se debe a una renovación celular demasiado rápida. Sin embargo, si tu piel se ve apagada, deshidratada y descamada, es porque tu piel se renueva de forma muy lenta. A continuación te explicamos todo con mucho más detalle, pero antes...¡te hacemos un spoiler! Todo ello se soluciona y mejora con la exfoliación... Sigue leyendo.

Seguro que en alguna ocasión hemos oído hablar de que a medida que envejecemos la velocidad a la que se renuevan nuestras células se va ralentizando y cada vez tenemos ciclos más largos de renovación, lo que produce sequedad y piel apagada. Lo que muchos no habremos escuchado es que la piel también puede reproducirse más rápido de lo que debería, produciendo también otros efectos adversos como el acné, infecciones de los poros, y demás efectos que comentaremos en detalle. En este último caso, nuestras células se acumulan a mayor velocidad de la adecuada y se van amontonando unas encima de otras produciendo los efectos comentados. 

En contraste, cuando tenemos un ciclo balanceado de renovación y descamación de 28 días (habitualmente), nuestra piel tiende a estar más luminosa, hidratada y sin rastro de granos o espinillas. 

Antes de continuar, vamos a contarte por qué ocurre esto con nuestra piel.

Qué es la renovación celular de la piel 

Nuestro cuerpo, como el de muchos otros animales, tiene la capacidad de renovar la mayoría de sus células. De este modo asegura su conservación y correcto funcionamiento. Casi todos nuestros órganos poseen células que son capaces de renovarse, en más o menos tiempo. Por ejemplo, los glóbulos rojos solo viven unos 120 días y las células que recubren el estómago un par de semanas. ¿Lo sabías?

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Por lo tanto, entendemos la regeneración celular como la capacidad que tienen las células para reproducirse y producir células genéticamente idénticas que sustituyen funcional y fisiológicamente a las células madre originales. 

Dicho esto, en el caso concreto de nuestra piel (el órgano más extenso de nuestro cuerpo) el tiempo que aproximadamente tardan las células en renovarse es de 28 días ¿Y cómo lo hacen?

La formación de nuevas células en la piel, llamados queratinocitos, se sitúa en lo que se llama la capa basal de la epidermis. Desde su nacimiento en la epidermis, estas van madurando y ascendiendo empujadas por nuevas células en capas inferiores. A medida que estas células van llegando a la superficie de la piel (estrato córneo) se van queratinizando (endureciendo) hasta que mueren y finalmente se desprenden de nuestra piel. En la mayoría de personas jóvenes este proceso sucede a una correcta velocidad y no somos conscientes de ello. Es en personas con un proceso de queratinización desregulado o acelerado en donde podemos ver visiblemente el proceso de descamación, y también lo podemos observar en el cuero cabelludo, lo que conocemos como caspa. 

El equilibrio entre el crecimiento celular y la capacidad de estas células de desprenderse cuando mueren, también es muy importante. En este proceso de desprendimiento intervienen los desmosomas, que son unas uniones flexibles entre los queratinocitos, y que mantienen la cohesión de las células hasta el momento del desprendimiento. El romper estas uniones en el momento adecuado a través de la exfoliación es clave para que la piel se vaya renovando de forma saludable, evitando acumulación de pieles muertas en la superficie de la piel, que es la causa de la piel apagada y deshidratada. 

Sabiendo esto, es posible encontrarse en 2 escenarios totalmente opuestos:

Renovación celular acelerada ¿por qué se produce?

La respuesta rápida sería, por desajustes hormonales. Es conocido que los adolescentes padecen acné justo en su etapa de desarrollo, cuando las hormonas están a flor de piel (nunca mejor dicho). Pero esta es la respuesta fácil, ya que también conocemos que hay cada vez más personas con acné que no están en etapa adolescente, y la respuesta sigue siendo las hormonas. 

El acné se produce básicamente por 2 factores: 

¿Qué podemos hacer para reducir el acné?

Por tanto, una vez tenemos un brote de acné, aquello que podemos hacer para mejorarlo es utilizar productos bactericidas, fármacos que frenen la producción sebácea y exfoliantes químicos o enzimáticos (evitar los físicos ya que pueden generar lesiones en los granos o pústulas) para eliminar las células que se están amontonando unas encima de otras de forma más rápida, equilibrando así el correcto balance entre velocidad de crecimiento y descamación.

Renovación celular lenta ¿por qué se produce?

La respuesta clara es, por el envejecimiento de la piel. A medida que van pasando los años, nuestro cuerpo va perdiendo funciones, las células ya no funcionan de forma tan cronometrada, empezando a aparecer células senescentes (zombie), las células ya no producen la cantidad de ácido hialurónico, elastina y colágeno como lo hacían años atrás y uno de los factores que se ve más afectado a partir de los 40-50 años es la velocidad de renovación de las células de la piel, que cada vez tardan más días en renovarse. 

A este proceso más lento de replicación, encontramos adicionalmente otro factor y es la pérdida de eficiencia en el proceso de descamación. Las células muertas se van acumulando en la superficie de la piel o estrato córneo porque las uniones que mantienen cohesionadas las células de la piel, no se desprenden como deberían, generando esta acumulación y una piel más apagada y seca. 

¿Qué podemos hacer para combatir la piel apagada?

En este caso, entendiendo que el envejecimiento es un proceso vital de nuestro organismo, aquello que podemos hacer a parte de mejorar nuestros hábitos de vida para intentar frenarlo al máximo y envejecer de forma saludable, podemos incorporar productos que mejoren esta velocidad de descamación y renovación de la piel. Una apuesta segura es, incorporar en la formulación de estos productos, enzimas naturales de papaya y mango que fomentan que las uniones de las células muertas se suelten, ayudando al proceso natural de descamación de la piel. Utilizar estas opciones enzimáticas y no ácidos directos más agresivos, permite que puedas utilizar este tipo de productos diariamente, consiguiendo unos resultados más consistentes a largo plazo. 

¿Cómo conseguir una regeneración celular equilibrada? La exfoliación es la clave

La clave para lograr un proceso de renovación celular de la piel óptimo y que esta luzca saludable, luminosa, uniforme y suave, está en eliminar las células muertas que no se desprenden y equilibrar su ciclo de regeneración. ¿Cómo? Principalmente, mediante la exfoliación y aplicación de activos naturales, respetuosos con la piel, que incrementen la renovación celular.

¿Qué es la exfoliación?

Es un proceso físico o químico que ayuda a regular la renovación celular de la piel con el objetivo de mantenerla en un ciclo de 4 semanas. Para ello, lo más habitual es aplicar productos cosméticos que nos ayuden a eliminar esas pieles muertas que se resisten a desprenderse por sí solas, y que a su vez, estos productos, equilibren la renovación celular.

¿Qué tipos de exfoliantes hay?

¿Qué es un sérum enzimático?

La principal característica de un sérum enzimático es exfoliar la piel.

Este tipo de sérums exfoliantes no contienen microplásticos ni ácidos directos más agresivos en concentraciones elevadas que puedan irritar nuestra piel, y es por ello que normalmente pueden aplicarse a diario.

Blue Radiance, el exfoliante enzimático y regenerador natural para una piel radiante

Este sérum enzimático equilibra la renovación celular de la piel. Entre otros ingredientes, el Blue Radiance contiene enzimas de papaya, granada, mango, aloe vera, y naranja roja además de incorporar un complejo probiótico que equilibra el proceso de descamación natural de la piel.

¿Cómo actúa? Lo que hace es reducir la cohesión celular en el nivel inferior del estrato córneo, para potenciar el proceso de descamación y facilitar la renovación celular (que como ya hemos comentado se da precisamente cuando las células muertas se separan y desprenden de la piel). Este complejo conseguirá una piel más suave y radiante de forma mucho más respetuosa con la piel. Y es con esta innovadora combinación de ingredientes naturales cuando vamos a reequilibrar la renovación celular de la piel, consiguiendo mejorar por un lado pieles con tendencia acnéica y por otro pieles apagadas o deshidratadas, eliminando células muertas, reduciendo los signos del acné, puntos negros, poros abiertos... Y así conseguir una piel suave, uniforme y luminosa ¡repleta de vitalidad!

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